Quién pudiera acunarte de nuevo
y sentir tu piel suave, tu sonrisa que se llevó el viento.
¡¡Tus ojos azules grandes!!
Quién pudiera besarte entero
y pasear contigo en la calle,
mirarte cuando estas durmiendo
y besarte, besarte, besarte…
Seguro que subiste al cielo
y que estás con Nuestra Madre.
¡¡Señora de todos los tiempos
cuídalo de nuestra parte!!
Quién pudiera borrar el tiempo
y que indeleble se escape
y pintar con nuevos lienzos
las nuevas oportunidades…
A David
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