domingo, 8 de mayo de 2011

DIOS DE LA VIDA I

Llora en silencio el alba
amaneciendo al parto de la vida,
sintiendo que todo se acaba
que por fin tu amor cautiva.
Naces alimentando la nada.
Me hieres sanando heridas.
Me abandonas en las cruzadas.
Me recoges, dándome vida…
Muero sin sentir Tú Palabra.
Vuelvo sin saber la ida.
Vuelvo desgastando mi alma.
Muero sin vivir mi vida.
Siente en silencio el alba
la esperanza que estaba perdida,
y hoy nos cuentas y nos hablas
que eres el Dios de la vida.
Y quemas el mundo con Tú mirada.
Y nos cautivas con Tú sonrisa;
y dices que el Padre nos ama
que Su amor todo lo olvida…
Que María, Tu madre, me acompaña
velando por mi alegría;
Y me dices:”Ten esperanza
porque  Yo Soy quien te guía...”
Hoy llora en silencio mi alma
y en silencio grito mi cobardía.
Tú tienes las manos alzadas
ofreciéndome una nueva vida.
Yo tengo las manos cansadas
de buscar una salida.
Pero es Tu amor, que no descansa,
el que me hace quererte y que te siga…

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