domingo, 8 de mayo de 2011

CARTA A MARÍA, MADRE

María, madre solitaria que esperas en mi camino.
Luz que Pido a gritos pero que me empeño en no ver.
Corazón De amor herido que llenas mi vida de perdón eterno.
Tú, madre, eres mi compañera silenciosa, mirándome, queriéndome, ayudándome. Tú, mi fiel amiga, mi madre Celestial que me ayudo a pedir perdón y amor para este mundo.
Apareces en mis oraciones calladamente, pero sé que estás a mi lado, y que intercedes ante el Padre por nosotros.
María, madre y compañera de mi camino. Ante ti, me Ofrezco para que me llenes de amor, ese amor que querría. Pero que llena mi vida de color; un color divino, amado y querido por todos los que te conocen. Gracias Madre por ser mi compañera silenciosa, por esperarme en el camino que conduce a las puertas del Reino Eterno de Tu Hijo.
Gracias Madre por todo lo que me has dado y no he sido capaz de ver.
Gracias Madre.
                            Tu Hijo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario