lunes, 9 de mayo de 2011

DAVID II

No quiero olvidar tu cara
ni tu piel.¡¡Suave terciopelo!!
Ni tú mirada encendida.
¡¡Profundos abismos del cielo!!
No puedo olvidar la llama
que encendiste sin saberlo.
Ni ocultarla bajo las ramas
del olvido siempre eterno.
Ya no me quedan lágrimas
que me hieran desde dentro.
¡¡Tu sonrisa es la mirada
del Amor de Dios en el recuerdo!!

   
Te quiero David. Tu padre no te olvida.

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